Una comida digna de un rey

Si, de un rey, en concreto de Asurbanipal.

 ¿Y quién fué Asurbanipal?, pues ni más ni menos que un rey de la Antigua Mesopotamia, que vivió en el s. IX a.C, ¿Y cómo sabemos qué comía?, porque de esa época son las primeras recetas escritas que se han encontrado, escritas en escritura cuneiforme en tablillas de arcilla cocida.




 Todo ésto y muchísimo más lo podéis encontrar en el libro "Recetas con historia" de Ángeles Díaz Simón, un libro fascinante para los y las amantes de la gastronomía. Lo maravilloso de este libro es que además de hacer un recorrido por los usos y tradiciones de la gastronomía a lo largo de la historia, también nos regala las recetas, en algunos casos adaptadas, en otros, tal cual aparecen en los textos, que nos acercan lo que comían y cómo lo elaboraban todas aquellas personas que habitaron éste mundo antes que nosotros. La autora, Ángeles Díaz Simón, es cocinera y ha dedicado mucho tiempo, buceando en todos los registros históricos, en tablas, papiros, libros... cosa que le agradezco de corazón, porque el libro destila un amor por la cocina que invita a realizar las recetas.

 Es una invitación a viajar, pero a viajar en el tiempo, a descubrir nuevos sabores, a ver cómo a lo largo de los siglos van cambiando los gustos culinarios, y, también las formas de manipular los alimentos, cuándo se empezó a cocinar con horno, o en qué momento se introdujo el tenedor o la servilleta, por poneros algún ejemplo.

 La primera receta que aparece, no podía ser de otra forma, es un pan, un pan sencillo: harina, agua y sal.

Y la segunda, ésta:

 Las albóndigas de Asurbanipal (s.IX a. de C.)

Mezclamos la carne picada (no se especifica el tipo, puede ser  vaca o cordero), con cilantro, perejil, menta, cebolla, pimienta y sal.
 Lo amasamos todo juntos y lo freimos. A continuación, cocemos las albóndigas en una salsa de nueces que no es necesario incorporar azafrán.
 Para facilitar la elaboración, añadimos a la masa de carne un huevo batido y un poco de pan remojado, lo pasamos por un poco de harina y freímos. Podemos introducir una uva seca sin semillas dentro de cada albóndiga, un corazón dulce que sorprende y agrada. (esto último es nota de la autora)

 Y después de haberlas comido os digo que están deliciosas, son una mezcla de sabores que recuerda mucho a la cocina árabe actual, bueno, no es de extrañar porque la antigua Mesopotamia estaba entre los ríos Tígris y Eúfrates, en el actual Irak.

 No os explico mucho más de la receta, porque es muy similar a nuestras albóndigas, yo usé carne de ternera, y pan rallado, porque no tenía pan duro, pero el pan rallado que uso lo hace mi madre con el pan que le sobra, así que es bastante grueso. Para la salsa usé nueces trituradas (igual me pasé con la cantidad, pero la verdad que estaba riquísima), y una vez hecho le añadí el zumo de una granada, que en esta época podéis encontrar en las fruterías, como no tenía mucha idea de cómo hacerlo, pues simplemente le quité las pepitas y las machaqué en un colador para que cayera el zumo en la salsa.

Probé la salsa antes del zumo y era bastante densa y seca, al tostar las nueces antes de hacer la salsa sabía bastante a tostado, pero al añadir el zumo... mmm, cambió totalmente, no resulta tan pesada, le da un punto de dulzor magnífico. Recomendable para otras recetas, que probaré seguro.

 En cuanto a las albóndigas depende de la cantidad de hierbas que añadáis, las mias sabían mucho a menta y a cilantro, muy árabes, y el toque de la pasa, genial, me ha encantado.

 Hoy me he salido de la línea del blog, pero quería compartir con vosotros éste libro, desde que lo ví me quedé fascinada con él, son recetas curiosas, casi todas, sobre todo las primeras, son las recetas para preparar los banquetes, éstas albóndigas se comieron en la inauguración del palacio de Kalhah.
Hay recetas de galletas para los dioses egipcios, el garum romano (que a mí me recuerda a la tapenade), las recetas de la España musulmana, o una explicación de cómo la entrada de alimentos del Nuevo Mundo revolucionó la cocina, o la receta de los espárragos que Madame de Pompadour le preparaba a Luis XV.... y termina con recetas maravillosas de la Francia del XVIII, incluido un "Ragoût" de salmón y langostinos al champán, que ya tengo guardadito en mi escasa memoria para preparar en Nochebuena.

 De verdad, si os gusta la cocina, éste libro os va a encantar, es ágil, está bien escrito, documentado, presentado por una cocinera, con las recetas ¡qué más podemos pedir!.

 Al hilo de la lectura de éste libro, que, al ser un libro de consulta, no es necesario leer del tirón, he recuperado otro que me regaló una clienta. Pensaréis cómo a una librera le regala un libro una clienta, jeje, porque este libro estaba agotado, hace poquito que lo recuperó otra editorial y ahora está disponible.
 El libro en cuestión es "Notas de cocina de Leonardo da Vinci", si, Leonardo da Vinci también se ocupó de la cocina y la mesa, cómo no, y a él, según cuenta este libro, debemos agradecerle la servilleta. Partida de risa leía las reflexiones de da Vinci sobre cómo dejaban los manteles después de un banquete, y de lo poco que sirvió su invento la primera vez que se usó. Otro libro muy recomendable que, claro está, sale reseñado en "Recetas con historia".

 Después de contaros todo ésto, sólo me queda la ficha del libro:

 -"Recetas con historia" de Ángeles Díaz Simón, con prólogo de Ángeles Caso. Editorial Ariel.
 Como siempre podéis encontrarlo aquí.

 Agradecer siempre que me leais, que a pesar del poquito tiempo que lleva abierto este blog he recibido mensajes que me han emocionado, y pediros que si en algún momento os apetece hacer la receta, sería un honor para mí que me pusierais una fotito, aunque sea chiquitina, en mi muro de facebook.

¡¡¡A ver quien es la primera (o el primero, que algún seguidor masculino ya hay) que se anima con ésta receta!!!

 Muchas gracias, besos