Swing cafe cheescake

Hoy toca nombre de esos que suenan genial, porque están en inglés y todo queda mejor. Pero es que la receta lo merece, es una receta muy americana, pero en el sentido continental del término, porque vamos a viajar de Brasil a Nueva York.

 Zazú es una cigarra cantante "cuando suena su voz, florecen las plantas, las olas del mar van y vienen, suaves, y, aunque no sople ni silbe el viento, los postigos de las casas bailan a ritmo de conga", pero Zazú no es feliz porque "Este vivir soñando no es vivir" y ella sueña con viajar, sueña con ir a Nueva York a Chinatown.

 Cuando llega a Chinatown nada es como soñó, "estoy de nubes hasta el alma", llueve, hace frío y no conoce a nadie "yo quería jazz y lo que oigo es blues".... hasta que conoce a Mister Buster, él le lleva al Swing Café.

 "En la avenida 54, hay que ir a la farola 26. Allí, un graffiti dice: "caballero ¿sabe lo que es el swing? Señora, ¡si tiene que preguntarlo nunca lo sabrá! Pulse tres veces sobre la palabra swing y cante aquello de: Ya tengo el ritmo ¡tres, seis, nueve!"

 Y por fin puede cantar.




 Qué deciros de este cuento, si os gusta la música os encantará, si os gusta el jazz os apasionará y si nunca lo habéis escuchado se os meterá en el cuerpo como un gusanillo y no podréis parar de escucharlo.

Swing Cafe- Carl Norac, Rebecca Dautremer. Ed. Kókinos

 Es un libro-joya, uno de esos libros que te encantará que te regalen, porque todo en él está bien hecho, tiene un texto magnífico, unas ilustraciones maravillosas, una gran maquetación y para rematar viene con un CD con el cuento narrado por Clarice Cardell y con fragmentos de diferentes temas de jazz, comenzando por Carmen Miranda y terminando con Ella Fitzgerald.

 Carl Norac es el autor del texto, un texto con ritmo que te lleva por todas las emociones posibles, es pura poesía. Las ilustraciones de Rebecca Dautremer son maravillosas, esta mujer tiene un gusto exquisito para la ilustración, tiene una calidad en los detalles, una sutileza al dibujar que enamora, hay verdaderos adictos a sus obras, Princesas, Sentimento (con texto de Carl Norac también) y la última, la versión de "Alicia en el País de las Maravillas" que simplemente es una obra de arte.

 Y tenéis que escuchar el CD, porque ahí está la clave de este cuento, la música. Se puede escuchar el cuento narrado con fragmentos de canciones, pero al final están las versiones completas de las canciones.

 Como os he dicho hoy viajamos con Zazu desde Brasil hasta Nueva York, de Nueva York el cheesecake, el NY Cheesecake exactamente, que me ha encantado y de Brasil me he quedado con los brigadeiros, mmmm, ese chocolate con leche condensada.... increíble, de verdad que me he enamorado de los brigadeiros, eso sí, para comer uno, porque dios, ni se me ocurre calcularlo, pero debe ser la bomba calórica más grande que existe.

 La receta para este cuento me costó muchísimo, la verdad, le dí mil vueltas, hice pruebas con piña, con coco y al final decidí hacer esta, y sinceramente estaba buenísima, eso sí, dosis pequeñas que llena bastante.

 Os dejo con la receta:

NY Cheesecake (Basada en la receta de Smittenkitchen) Molde de 18 cm.

Corteza crujiente

- 175grs. de galleta tipo digestive
- 80grs. de mantequilla sin sal derretida
- 62grs. de azúcar morena
- una pizca de sal

 Untamos de mantequilla un molde de 18cm de diámetro. Yo le pongo base y laterales de papel de hornear, así es más fácil desmoldar la tarta.
 Machacamos las galletas hasta convertirlas casi en polvo, yo las meto en una bolsa de congelación y envueltas en un paño de cocina las aporreo con un rodillo de madera, es una opción bastante desestresante.
 Mezclamos todos los ingredientes y ponemos la mezcla prensándola en el fondo y el lateral del molde, procurando no llegar hasta el borde del molde.
 Dejamos reposar en el congelador mientras preparamos la tarta.

Relleno

- 170grs de queso crema Philadelphia
- 220grs. de azúcar
- 20grs. de harina
- 3/4 de cucharadita de ralladura de limón muy fina
- 3/4 de cucharadita  de ralladura de naranja muy fina
- 5 huevos grandes
- 1/3 de cucharadita de vainilla
- Mermelada de piña

 Precalentamos el horno a 220º
 Batimos el queso, el azúcar, la harina y la ralladura hasta que quede suave.
 Añadimos da vainilla, los huevos uno a uno, batiendo a velocidad baja hasta que cada ingrediente se incorpora, teniendo cuidado de añadir lo que va quedando en los laterales del vaso.
 Sacamos el molde y vertemos el relleno.
 Metemos en el horno unos 10 minutos o hasta que suba. Hay que vigilar que no se tueste demasiado la superficie, en cuanto se ponga marrón, bajamos la temperatura del horno a 90º durante una hora aproximadamente. Si vemos que se tuesta mucho podemos taparlo con papel de aluminio. Al sacarlo el pastel debe estar casi todo firme, tan solo el centro debe quedar un poco inestable.
 Pasamos un cuchillo alrededor del borde (sobre todo si no has puesto papel de horno), dejamos enfriar en una rejilla. Una vez frío lo desmoldamos y lo metemos en la nevera al menos 6 horas.

Brigadeiros

- 1 lata de leche condensada
- 1 cucharada de mantequilla
- 3 cucharadas de cacao en polvo valor
- Virutas de chocolate para cubrir

 En un cazo echamos todos los ingredientes menos las virutas de chocolate y llevamos al fuego medio-bajo. Removemos con una espátula constantemente, hasta que tenga algo de espesor y al dejar de remover unos segundos y girar el cazo se separe del fondo. Ese es el punto en el que debemos sacarlo.
 Vertemos en un bol untado con un poco de mantequilla para que no se pegue y dejamos enfriar. Una vez frío podemos utilizarlo con una manga pastelera para cubrir la superficie de la tarta.
 Lo que sobre, lo guardamos en la nevera y una vez frío hacemos bolitas, es importante tener las manos húmedas o untadas con mantequilla, porque la pasta se pega mucho. Rebozamos con las virutas de chocolate.

 Montaje de la tarta

 Sacamos el NY Cheesecake de la nevera y con una espátula ponemos la mermelada de piña en la superficie. 12
 Con ayuda de una manga pastelera rellenamos toda la superficie de la tarta con la masa de brigadeiro y esparcimos unas virutas de chocolate.

 mmm, espero que os guste.

 Cuento: "Swing Cafe" de Carl Norac y Rebecca Dautremer. Ed. Kókinos